#YA: El pueblo ha saltado a las barricadas y la jungla de asfalto se desmorona como amenaza de una noche interminable, se diría que apocalíptica. Hay gritos, piedras, humo y disparos, tropas de antidisturbios propinando golpes, radicales destruyendo mobiliario, reina el caos. Las nuevas generaciones quieren recuperar sus territorios y derechos, esos que les han sido arrebatados por las abusivas y viejas hegemonías.
Escrito por Pablo Cristóbal
Edición gráfica por Alicia Victoria Palacios Thomas
No es de extrañar que en esta sociedad consumista y consumidora de nuestro tiempo —a todas luces dominada por la mano invisible de esos hombres grises que describió Michael Ende (Momo, 1973)— sean unas explosiones cromáticas las que actúen como gran detonante de este cortometraje realizado por Ygor Gama y Florencia Rovlich. Dos autores de vertiente artística y experimental que parecen apostar, en un principio, por un movimiento flower power —con esa introducción estilística propia de un colorido anuncio de Sony (Bravia, 2006)— pero que, enseguida, se decantan por la necesidad de una incómoda lucha en las trincheras del adoquín como única alternativa posible de cambio ante este desmadre de injusticias sociales y oídos sordos.
#YA (Ygor Gama y Florencia Rovlich, 2015)
Alexandra (Manuela Hidalgo) y Gabriel (Mariano Paz), protagonistas de este cuadro social, son el reflejo de una juventud concienciada muy al estilo del barrio Malasaña de Madrid, son vitalistas, ilusionados y proactivos. Si Alexandra es claramente un rostro cosmopolita que encaja perfectamente en los cánones de belleza más comerciales, Gabriel, levita desde su tabla de Skate encarnando una rebeldía profundamente estereotipada pero verosímil. Ambos personajes transitan a través de diferentes espacios: la primavera árabe, las movilizaciones españolas del 15 M, protestas en Alemania, Argentina, Chile o el Occupy Wall Street de los EEUU, mientras los tweets contestatarios saturan toda la red virtual. Mensajes de resistencia y apoyo que son tan reales como las imágenes de violencia que presenciamos en este impresionante trabajo de found footage que cohesiona y amalgama los diferentes movimientos de protesta transformándolos en una misma vivencia.
Con un gesto «artivista», Alexandra y Gabriel han despertado al mundo de su letargo.
Las bombas de pintura son el disparo de salida, un vaso de agua fría para esta sociedad dormida y, también, son la reivindicación de los colores vivos en las calles, la disconformidad y la libertad ante un inmaculado (y falso) sistema donde todo parece diseñado para encajar en los moldes preestablecidos. Las grandes plazas que vemos al comienzo, las oficinas y las viviendas en barrios acomodados son espacios representativos de las grandes ciudades que parecen estar ligados al éxito del fracaso.
Explosiones de color en la urbe grisácea. Mariano Paz en #YA.
Alexandra y Gabriel se reencontrarán entre la algarabía, como en tantas historias de «amor en tiempos de guerra», para escapar a un recoveco suburbial donde ocultarse de los helicópteros. Las mismas naves aéreas que ejercen un poder de control casi marciano y que retrataba Flavio G. García en su discurso de vertiente experimental, el cortometraje VIDEO – DERIVES: AIR VIGILANCE (2011) donde la mirada panóptica con hélices nos observa, indiferente, desde las alturas. Y mientras el mundo arde (el mundo de VIDEO – DERIVES y el mundo de #YA, que son el mismo) Alexandra y Gabriel se reafirman en sus formas más carnales para recordar los motivos de esta lucha: la libertad y la dignidad humana. La mecha de la revolución sigue prendida y sus cuerpos, vinculados metafóricamente a esta agitación ciudadana, arderán en la noche.
No obstante, los mismos tipos armados hasta los dientes que nos obligan a cumplir la Ley Mordaza —como otra forma encubierta de ley marcial— habrán barrido a los insurgentes de las calles a golpe de porrazo. El agua, pronto habrá vuelto a sus cauces y las imágenes de archivo que contienen estas reyertas serán sustituidas por los trazos visuales de una inquietante metrópoli en calma.
La ciudad calla pero no duerme, tiene los huesos rotos aunque no tenga a quién quejarse. ¿Cuánto ha durado esta revolución que, a la medianoche, se ha esfumado? Este final tan desesperanzador es el que nos ofrece el cortometraje de Flavio G. García donde un microcosmos aéreo sigue su curso mientras el silencio de la plaza de Sol se convierte en el peor de los castigos posibles.
Si en #YA el cielo es un espacio para la libertad en VIDEO – DERIVES: AIR VIGILANCE es todo lo opuesto.
Imágenes de #YA y VIDEO – DERIVES: AIR VIGILANCE
El ejercicio videoartístico se apodera de cada fotograma de #YA cuando las gigantescas sombras semidesnudas de estos amantes furtivos son proyectadas sobre las fachadas de los edificios. La fisicidad dinámica de esta pareja crea una naturaleza «viva» que cubre la severidad de esta arquitectura urbanística para hacer de sus fachadas la representación de una danza. Dos siluetas que huyen como haría una pareja de prófugos bajo los focos de la ley pero que, en un gesto desconcertante y contradictorio, delatan una mímica alegre y juguetona. Su alocado contoneo ya no expresa miedo sino ese tipo de liberación espontánea que se halla un poco al borde del absurdo, una celebración de la vida. No volvemos a ver la belleza mestiza de Alexandra ni de su delicado amante, han trascendido a otras formas corpóreas que no entienden de raza ni de color.
Ahora son las siluetas del espíritu de esa revolución que penetra en nuestros hogares, como la sombra de Peter Pan que se cuela en nuestros dormitorios para mostrarnos otro mundo posible, soñar con el país de Nunca Jamás en el que podríamos vivir.
Imágenes de los espíritus de la insurrección en #YA.
La última imagen, registrada desde el interior de una ventana, responde al amanecer o el ocaso (según se mire) de una sociedad y su sistema de vida. Los golpes, silbidos y gritos de una forma de protesta tan legítima como una «cacerolada» se transforman en un ejemplo palpable de que si la revolución no se puede hacer en nuestras calles la haremos desde nuestros hogares. La gran ciudad ha despertado y no podría estar más viva que nunca.
«Ha llegado el momento de elevar la voz y detener esta locura… millones de niños nos miran ahora y pronto nos recriminarán haberles dejado un mundo donde la calidad de vida es un desastre»
—Federico Mayor Zaragoza, Demospaz
Ficha técnica:
#NOW / #YA Cortometraje Experimental Duración: 15 min Formato: HD. Actores: Manuela Hidalgo / Mariano Paz. Dirección: Ygor Gama/ Florencia Rovlich Dirección de Fotografía y Cámara: Francisca Sáez Asistente de Fotografía: Julieta Graña. Asistente de Dirección: Lorena Pazzanese Edición: Ygor Gama. Asistente de edición: Octavio Tavares Sonido: Martina Mora / Andrés Gatto. Edición de Color: Pablo Franco. Segunda cámara: Sofia Quirós/ Julieta Graña Producción: Sofia Quirós/ Gabriela Quesada Asistente de producción: Valentina Moreno. Diseño sonoro: Lautaro Aichenbaum Director de arte: Fermín Eloy Acosta Asistente de arte: Daniel Ortiz Vestuario: María Camila Maldonado. Maquillaje: Lucia Rastelli Fx: Matías Bereslawski
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#YA es un cortometraje que ha sido seleccionado en la 4ª edición de La Guarimba International Film Festival por El Tornillo de Klaus.
